A propósito de la moción conjunta que el PSOE, Podemos y el Partido Riojano van a presentar en el próximo pleno del Ayuntamiento de Logroño para solicitar el cierre de puertas de los bares de la calle del Laurel desde la medianoche para impedir el consumo de bebidas en la calle y el consiguiente ruido y las molestias para los vecinos, tanto el presidente de la asociación sectorial hostelera de la FER como ediles del Partido Popular se han manifestado rápidamente en contra de estas propuesta.
El PP aduce que no va a apoyar la moción de los tres partidos porque ya tiene su propia línea de trabajo y que, hasta hace un año, eran esos mismos partidos quienes podían haber tomado las medidas que ahora demandan. ¡Ojalá esa línea de trabajo vaya acorde con las peticiones de los vecinos y vecinas de la zona!
En sus declaraciones, el presidente de Hostelería Rioja, Francisco Martínez Bergés, dice: «Han tenido cuatro años y ahora vienen a decir que nos van a salvar». Desafortunada frase del señor Martínez Bergés. Y que diga que le da risa, todavía más.
Lo que más me llama la atención son las palabras de ambos portavoces, el de PP y el de Hostelería Rioja, diciendo que dichas formaciones tuvieron cuatro años durante el anterior mandato y que no hicieron nada.
Pues bien, como integrante de la anterior junta de gobierno del Ayuntamiento de Logroño me gustaría recordarles algunas cosas, puesto que parece que han perdido la memoria o tienen una memoria selectiva.
Permítanme refrescarles que en marzo de 2020, cuando todavía no se llevaba un año de legislatura municipal con gobierno formado por PSOE, Unidas Podemos y PR+, se declaró en España el estado de alarma por la nefasta irrupción del covid, que afectó al mundo entero y nos tuvo encerrados en nuestras casas más de tres meses.
A partir de ese momento, además, prácticamente estuvimos dos años con medidas preventivas para contener la pandemia. Entre otras exigencias, se impuso la de mantener la distancia física entre personas, por lo que se autorizó a los establecimientos de hostelería a duplicar sus espacios de terrazas al aire libre, se autorizaron nuevas terrazas, se facilitó desde el Ayuntamiento la ocupación de la calzada allí donde era posible y se otorgaron ayudas directas a la hostelería. En fin, una serie de medidas para favorecer a ese sector hostelero y ayudarles a superar la crisis que todos los ciudadanos, también ellos, estábamos pasando.
Parece que algunas personas, afortunadamente no todas las que se dedican a la hostelería, pero sí su portavoz y la portavoz de la junta de gobierno logroñesa actual, han olvidado este ‘pequeño’ detalle. ¿Se acuerda usted, señor Martínez Bergés?
Es cierto que no es fácil llegar a acuerdos, sobre todo cuando hay planteamientos tan enfrentados, así políticos como económicos o de convivencia. Seguramente nunca se va a conseguir un acuerdo que contente a todas las personas afectadas y concernidas, pero hay que tener algunas cosas claras porque todas las que vivimos en Logroño, ya seamos coyunturalmente políticos, hosteleros o conductores, sobre todo somos vecinos y vecinas de Logroño.
A nadie le gusta que no le dejen dormir en su casa ni que su calle amanezca llena de vómitos, orines, vasos, botellas rotas, etc. Por eso, lo primero que habrá que hacer es poner el interés de los vecinos por encima de otros intereses sean empresariales, políticos, económicos o de cualquier condición.
También es absolutamente necesario regular el uso del espacio público para las terrazas. Ya en el pasado mandato se comenzó con su regulación en las zonas saturadas pero, lógicamente, hace falta regular más, tanto los espacios como los horarios y, sobre todo, hacer cumplir los límites y los tiempos establecidos.
Me gustaría pensar que ninguno de los partidos políticos presentes en este mandato en el Ayuntamiento está dispuesto a poner los intereses de un colectivo determinado, sea este cual sea, por encima de los derechos de los vecinos y vecinas a su salud. Y sí, la salud de las personas también está en el derecho al descanso, a no soportar ruidos, a no aguantar malos olores, a tener más árboles en el espacio público que purifiquen el aire y menos estufas que lo contaminen.
El alcalde, Conrado Escobar, nos presentaba hace poco el plan 3-30-300, pero que no se olvide de que ese plan es tener cada vecino o vecina tres árboles a la vista desde su casa, no tres árboles por habitante. Desgraciadamente, hoy es más fácil que en muchos sitios estén al alcance de la vista más terrazas, toldos, sombrillas y estufas que árboles.
José Manuel Zúñiga Suescun
Coordinador de Alianza Verde en La Rioja
Exconcejal de Medio Ambiente
Publicado en el periódico La Rioja el 1 de junio de 2024