Por un Logroño Libre de Circos con Animales

Decía Mahatma Gandhi, y lo repitió la alcaldesa Cuca Gamarra en el debate del Estado de la Ciudad de 2016, que «un país, una civilización, se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales».

Desde Cambia Logroño volvemos a presentar en el próximo Pleno una Moción para declarar a Logroño ciudad libre de circos y atracciones de feria con animales.

Esta moción, que ya presentamos en abril de 2016, no fue aprobada por el cambio del sentido del voto del Partido Riojano en el último momento, ya que a pesar de haber aceptado la enmienda que nos presentaron, lo que indicaba que, lógicamente, saldría adelante con su voto a favor.

Es curioso que meses después, la misma empresa circense que decía defender el Partido Riojano y que ejercía presión a través de un exdiputado regional del mismo partido, voluntariamente, renunciase a llevar animales en su circo.

Si en su momento se hubiese aprobado la Moción, nos hubiésemos evitado la muerte de un poni en el ferial de Logroño en junio del año pasado.

Hoy son más de 450 municipios de todo el estado que se han declarado libres de circos con animales.

Haya o no alternativas, las razones éticas para el rechazo de este tipo de espectáculos son lo bastante contundentes; pero lo cierto es que el circo sin animales no humanos es posible. Existen muchos ejemplos de gran calidad artística, así como un gran número de lugares donde todos los circos se llevan a cabo sin utilizar animales en sus números. El circo no tiene por qué desaparecer, puede adaptarse y sobrevivir sin utilizar a otros animales como esclavos, igual que sobrevivió cuando dejó de beneficiarse de la esclavitud humana.

Independientemente de las condiciones y de las técnicas que se utilicen para entrenarlos, los animales en el circo son tenidos como propiedades, explotados como meros recursos, esclavizados y expuestos como objetos para nuestro entretenimiento.

Los animales del circo pueden provenir de criaderos, haber sido capturados hace años en su hábitat natural, o haber nacido en el propio circo. Ya pertenezcan a especies salvajes o a las consideradas domésticas son seres privados de libertad que suelen pasar su vida en espacios mucho menores de lo que sus necesidades dictan. Su movilidad es reducida, y sus comportamientos naturales son frustrados, lo cual les genera serios problemas por estrés y enfermedades, así como numerosas muertes. Los circos suelen ser espectáculos itinerantes que constantemente desplazan a los animales de un lugar a otro en camiones, muchas veces en condiciones de hacinamiento e insalubridad.

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