LECTURA ENTRE LÍNEAS, DE LA CARTA DEL REY

No soy el primero y con seguridad no seré el último entre los españoles que piensa que en la difícil coyuntura económica, política y también social (Se le ha olvidado la Ecológica, pero bueno son cosas de la edad, a mi también me pasa) que atravesamos es imprescindible que interioricemos dos cosas fundamentales.

La primera es que solo superaremos  las dificultades actuales actuando unidos, caminando juntos, aunando nuestras voces, remando a la vez (¿Cumbres Sociales, 15-M, Frente Popular de Izquierdas?) Estamos en un momento decisivo para el futuro de Europa y de España y para asegurar o arruinar el bienestar que tanto nos ha costado alcanzar (Efectivamente, con los recortes y la Política de los últimos Gobiernos de España, empujados por la Sra. Merkel, está arruinado). En estas circunstancias, lo peor que podemos hacer es dividir fuerzas, alentar disensiones, perseguir quimeras, ahondar heridas. No son estos tiempos buenos para escudriñar en las esencias ni para debatir si son galgos o podencos quienes amenazan nuestro modelo de convivencia. (Efectivamente no discutamos si Urdangarín, los del Gurtel o el PP, son Galgos o Botín, el PSOE y los de la operación Malaya son podencos, nos han jodido por igual) Son, por el contrario, los más adecuados para la acción decidida y conjunta de la sociedad, a todos los niveles, en defensa del modelo democrático y social que entre todos hemos elegido. (¿Está incitando a Ocupar el Congreso el 25-S o a un Referendum?)

La segunda es que, desde la unión y la concordia, hemos de recuperar y reforzar los valores que han destacado en las mejores etapas de nuestra compleja historia y que brillaron en particular en nuestra (Peculiar e incompleta) Transición Democrática: el trabajo (6.000.000 de parados), el esfuerzo (para que no te echen del trabajo), el mérito (de sobrevivir con los salarios actuales), la generosidad (sobre todo con los inmigrantes ilegales y los más desfavorecidos), el diálogo (Dígaselo al Sr. Rajoy), el imperativo ético (la ética de las SICAV, de los Paraísos Fiscales, Evasión de impuestos, etc.), el sacrificio de los intereses particulares en aras del interés general (Oído: Bancos, Grandes empresas, Eléctricas, Holdings, Grandes fortunas, etc.), la renuncia a la verdad en exclusiva (Esto debe ir para la Iglesia Católica) .

Son esos los valores de una sociedad sana (Si los recortes en Sanidad no lo impiden) y viva (Dependiendo del tiempo que duren los recortes en Sanidad), la sociedad que queremos ser y en la que queremos estar para superar entre todos las dificultades (unos más que otros) que hoy vivimos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *