La Verdadera Ciudad Inteligente

Llevamos un tiempo oyendo a los concejales, y sobre todo a la Alcaldesa, hablar de la transformación de Logroño para convertirse en una de las ciudades líderes de las llamadas “smartcities” o ciudades inteligentes. Hablan de la aplicación de las nuevas tecnologías de la información para gestionar mejor la ciudad, para dar más y mejor información a los logroñeses y a los foráneos.

Ahora vamos a gastar más de 10 millones de Euros en una plataforma integral de servicios públicos denominada “Smart City Logroño”, que permitirá centralizar la gestión del tráfico, el alumbrado y el servicio de atención al ciudadano 010. Todo eso está muy bien, pero para ser una ciudad inteligente no basta con tener las mejores tecnologías, una amplísima red Wi-fi y la red 4G, que nos están vendiendo la Alcaldesa y las empresas de telefonía.

Realmente una ciudad inteligente, es aquella que favorece el desarrollo personal de sus habitantes, creando más y mejores relaciones y abriendo los cauces para una mayor participación en el ejercicio de la inteligencia colectiva, que es un proceso social, cultural y político. Es cierto que las tecnologías pueden ayudar y potenciar esa inteligencia colectiva. Sin ir más lejos, para generar las condiciones de una democracia más participativa.

Una ciudad inteligente, es aquella que procura que sus habitantes tengan sus servicios próximos, desde el centro de salud, pasando por la escuela y hasta la panadería. Que fomenta el comercio local, el comercio de barrio, y hasta los locales de ocio y de reunión para evitar que tengan que desplazarse en coche para ir a comprar, para acudir al médico o para asistir a una charla de presentación de un libro.

Parece que, a nuestra alcaldesa le gusta figurar en muchos sitios, Capital Española de la Gastronomía, Ciudades Inteligentes, Ciudades Sostenibles, Ciudad del Deporte y ya se nos está vendiendo para un futuro próximo, Ciudad Amiga de la Infancia. Todo esto está muy bien, pero la ciudadanía logroñesa, estaría más contenta si además fuese la Ciudad de las Personas.

En estos momentos, por diversas causas y motivos: crisis económica, corrupción, cuentas poco claras, recorte de los derechos laborales, sociales, de servicios básicos como la salud y la educación, de recortes en la dependencia, etc.; somos muchos los ciudadanos y ciudadanas que no entendemos las obras fastuosas y los gastos innecesarios.

Casi todos hemos tenido que apretarnos el cinturón y recortar gastos en nuestras familias y cuando estamos en una economía de subsistencia, no estamos para ampliar la casa, reformar la cocina o comprarnos un coche de lujo.

Pues bien Sra. Alcaldesa, como administradora del dinero de los logroñeses y logroñesas, y teniendo en cuenta que no le votó ni una tercera parte de los que podían hacerlo, es decir, más de un 68 % de la ciudadanía no le voto a usted ni a su partido, le rogamos que no se arrogue más representatividad que la que tiene. Y que no diga que cuenta con el respaldo de la mayoría de los ciudadanos, que no es cierto.

Desde estas líneas, quiero hacerle una petición, la de paralizar esas “megaobras”, como la rotonda de Vara de Rey, la Estación de Autobuses, el Plan Villanueva, etc. así como esas licitaciones millonarias de la Smart City Logroño y le expongo los motivos:

1º.- Como he comentado antes, no estamos para derroches y ninguna de esas obras o licitaciones son de urgencia ni imprescindibles para el funcionamiento de la ciudad.

2º.- Estamos a un año de las próximas elecciones municipales. Estamos hartos de ver inauguraciones, cortes de cinta y puestas de la primera piedra con este motivo.

3º.- Pensando en el bien de la ciudad, la próxima corporación que salga elegida, sea cual sea su color, debería llegar a acordar entre todas las fuerzas políticas, las obras necesarias, sus presupuestos ajustados y su prioridad, contando lógicamente, con la participación ciudadana.

Estoy convencido de que, las personas que salgan elegidas, querrán lo mejor para la ciudad y estoy seguro de que, con acceso público a las adjudicaciones, concursos, etc. evitaríamos esas sospechas que muchos y muchas tenemos de que no se actúa honradamente. No solamente hay que ser honrado, sino además parecerlo y eso se logra con total transparencia, pero de la de verdad.

Resumiendo, una verdadera Smart City, es la que actúa con la inteligencia colectiva de la totalidad de sus vecinos y vecinas, no solamente de la parte minoritaria que le han votado o incluso en estos momentos, ni siquiera de muchos de ellos.

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