Las colonias felinas tienen una incidencia directa en los ecosistemas urbanos, esta incidencia puede ser positiva o negativa en función de la gestión que se haga de ellas.
La presencia de gatos urbanos suponen un factor claramente positivo en el control de insectos y roedores, pero a su vez puede llegar a competir con otras especies silvestres en las zonas periurbanas, por ello y además de por las molestias que pudieran causar a los vecinos, es necesario su control y gestión, defendiendo sus derechos como seres vivos que son y potenciando ese factor diferenciador y positivo que las colonias felinas dan a las ciudades.
Tradicionalmente, los distintos ayuntamientos, que son los competentes para tomar medidas, han realizado cuatro tipos de actuaciones con los gatos silvestres:
- Trampeo, traslado y sacrificio.
- Trampeo, traslado y recolocación.
- Trampeo, esterilización y retorno a su lugar (TER) e incluso, para una gestión completa, se puede realizar el test de leucemia felina y del virus de inmunodeficiencia felina, por el que se esterilizan, se vacunan, se les devuelve a su lugar de origen y se realiza un seguimiento (TTVER-S: trampeo, test, vacuna, esterilización, retorno y seguimiento).
- No hacer nada.
Partimos de la base así de que es imposible eliminar a todos los gatos de las calles, pero a la vez es conveniente controlar su proliferación y su salud, tanto por el bien de los propios gatos como para tranquilidad de sus simpatizantes y también de los que no simpatizan con ellos.
La estrategia que desde Cambia Logroño proponemos es el Plan de Gestión de las Colonias de Gatos Urbanos, la denominada TER (o CES, Captura, Esterilización, Suelta). Este método es el único que ha demostrado ser eficaz para controlar el crecimiento de la población de gatos callejeros, el cual implica atrapar a todos o a la mayoría de los gatos de una colonia, esterilizarlos y devolverlos a su territorio. Los gatos devueltos son marcados para identificarlos como estériles, se les proporciona alimento, refugio y un seguimiento por quienes voluntariamente se hagan cargo de esas tareas, que, además, vigilarán si aparece algún gato nuevo. Paralelamente a este programa se crearía otro de socialización y adopción de gatos, para los cachorros jóvenes y los gatos adultos sociables que en ese momento existan, los cuales serán retirados de la colonia y entregados en adopción.
La inoperancia del PP con la Ordenanza de Animales nos obliga a presentar de nuevo esta moción
Desde Cambia Logroño nos vemos obligados a presentar nuevamente esta moción, que no fue aprobada en la ocasión anterior en 2016. Por aquel entonces, parecía que se iba a aprobar la ordenanza de animales por haber llegado al acuerdo entre todos los grupos, pero en nuestra intervención repetíamos que no nos fiábamos, además de que ampliaba lo dispuesto en la ordenanza. Desgraciadamente el tiempo nos ha dado la razón.
Lo mismo que paso con la Moción de los Circos sin animales, las circunstancias han cambiado y se va viendo que el PP en realidad no quiere cambiar las cosas.
La actitud del PP nos parece un insulto a la democracia, ya que 16 de los 27 concejales estamos de acuerdo en la modificación de la Ordenanza de Animales, pero no se lleva adelante. Pedimos una vez más al concejal de Medio Ambiente el Sr. Ruiz Tutor a llevar al Pleno para su aprobación la Ordenanza de Animales con las modificaciones pactadas por todos los grupos de la oposición.
No nos valen sus frases de “imposibilidad”, hay que realizar avances para transformar los “imposibles” de hoy en “posibles” mañana.